La celebración ritual de Machaq Mara
(Aymara), Musuq Wata (Quechua), se realiza el 21 de junio de cada año, en
cumplimiento del calendario agrícola cósmico de nuestros ancestros, como
síntesis un largo proceso de observación y estudio de las leyes cósmicas, cuyo
fundamento filosófico es la naturaleza, enlazado al tiempo y espacio, y donde
el Jaqi o Runa es el núcleo dinámico, que mantiene el equilibrio armónico de
las "PACHAS".
El 21 de junio, es
la fecha más importante del año y se llama el Marat'aqa en aymara, o wata
p'iti en quechua. Este día es la verdadera fecha de la fiesta del INTI RAYMI, o
Año Nuevo Incaico, los invasores españoles desvirtuando ésta fecha, trasladaron al 24 de junio, para hacer
coincidir con la fiesta religiosa occidental de San Juan, en su afán de
eliminar la celebración del año nuevo, tratando de desaparecer esta
celebración.
En el calendario
del Tawaintisuyu, el año, MARA o WATA se divide en 13 meses y un día durante
tres años. El cuarto año tiene trece meses y dos días, que están exactamente
calculados en los 49 coloridos cuadros que componen la whiphala, los días
libres constituyen el Mara T'aqa o Wata P'iti, el nudo, el nexo del año que se
va y del año nuevo que viene. El 22 de junio del año bisiesto, es el nudo de
los 4 años que se van y de los 4 años que vienen.
El año nuevo
tawantinsuyano coincide con el solsticio de invierno o el reinicio del
acercamiento del sol a la tierra, que además es el inicio de un nuevo ciclo
agrícola, una nueva época de siembra. Para el mundo aymara, el 21 de junio de
2007, es el inicio del año 5.515, el año 515 de la quinta era (una era es igual
a 1.000 años).
Nuestros abuelos y
abuelas contaban el tiempo por KUMI de comprendía 20 años. TAWA agrupa a 4 años
o PUSIMARA, por lo tanto en cada KUMI existen 5 TAWA. Los nombres de cada año
que integra el TAWA son: QULLAPACHA,
ANTIPACHA, CHINCHAPACHA Y KUNTIPACHA. Una TAWA al unirse con el siguiente
TAWA se realiza por intermedio de un día denominado JACH`A URU o JATUN P’UNCHAY
que significa el “GRAN DÍA”.
CEREMONIA DE BIENVENIDA AL NUEVO AÑO
DEL TAWA-INTI-SUYU
Usted en algún
momento se habrá preguntado sobre el origen de las fogatas que se encienden el
día 23 de junio de cada año supuestamente para combatir el día más frío del
año, pero si el día más frío del año es cuando la tierra se ubica en su punto
más lejano del sol, y es el día 21 de junio. Lo
cierto es que las fogatas se encendían para colocar las ofrendas a la
mamapacha, con motivo del nuevo año, y toda la población participaba
masivamente de esta ceremonia para dar bienvenida al nuevo año, al nuevo ciclo
de producción agrícola, agradeciendo a la madre tierra por los productos que
nos ha dado, y para no perder esta manifestación cultural han corrido la fecha
al 23 para que coincida con la fiesta cristiana de San Juan. Pero es hora de
retomar la fecha correcta.
El inicio del nuevo año es motivo con los productos de la mamapacha (Madre Tierra), se habla también con los achachilas, mallkus, t'allas y apus, los espíritus de nuestros ancestros.
Celebrar el año nuevo también significa
celebrar el regreso del sol o Willkakuti, por ello el INTI RAYMI, la fiesta del
sol. Con motivo de ésta celebración, el 21 de junio al aparecer el Inti, le expresan su reconocimiento como dios universal,
que con su luz y su virtud crea y sustenta todas las cosas de la tierra,
agradeciéndole por las cosechas recibidas en el año. El Inca, con la ayuda de
los Sacerdotes "inducen" al dios Inti (Sol) justamente cuando llegaba
al punto máximo de su lejanía y comenzaba su aproximación a la tierra, a volver
con el favor de sus rayos, e iniciar un nuevo año, un nuevo ciclo, para
fecundar la tierra y para procurar el bienestar de los hijos del gran imperio
del Tawaintisuyu. El fuego sagrado era renovado con un brazalete cóncavo de oro
que se ponía contra la luz solar, cuyos reflejos se proyectaban sobre un trozo
de algodón muy carmenado, el que se incendiaba en breve espacio. La lumbre
sagrada era llevada al Quricancha, para ser conservada Acllas, las escogidas.
TIWANAKU
En TIWANAKU, hasta hace unos 20
años, la ceremonia era celebrada en la clandestinidad, por amautas vestidos con
sus tradicionales ponchos y chalinas de vicuña. Actualmente las ceremonias son
públicas y los sacerdotes llevan ropas muy parecidas a la de los Incas, hay
ñustas que cargan wiphalas y se incorporaron conjuntos de música autóctona. Hoy
la celebración es masiva, antes de la salida del Inti, las puertas del
Kalasasaya se abren y empieza el sonido de pututos, en silencio y
respetuosamente, los aymaras venidos
desde distintos ayllus de Bolivia, de Chile, del sur del Perú y de los lejanos
ayllus argentinos van al encuentro del TATA INTI (padre Sol), en espera del
nuevo año del TAWANINTISUYU. Ante los amautas encargados del ritual se escucha
la voz del Apu Mallku, el sabio del pueblo: "Aquí moran los espíritus
tutelares de nuestros antepasados, esta es la capital legendaria de nuestro
pueblo, aquí vienen de todas partes del mundo, pero nosotros venimos a nuestra
casa". Desde la noche anterior los amautas preparan la ofrenda al Tata
INTI. La ofrenda se dispone en media luna, de tal manera que todos se orientan
hacia la salida del INTI. Las nubes se abren y el INTI hace su aparición y
nuevamente suenan los pututos y ondearon las wiphalas en las manos de los amautas.
Luego de la salida del tata Inti, se dispone la ofrenda, que consiste en una
mesa dulce con fetos de llama, confituras y hojas de coca, ante la cual cada
uno de los visitantes agradece por la
oportunidad de estar allí, agradece al Inti, a la mamapacha (madre
tierra), y hace su pedido para el nuevo
año. Ante la mirada del tata INTI, la ofrenda se quema y todos dan cuatro
vueltas alrededor de ella, tomados de la mano; luego vuelven la vista al Tata
INTI y agradecen y besan a la mamapacha (la Madre Tierra ) El
ritual culmina y nuevamente se escucha el estruendo de los pututos milenario,
luego todos se abrazan con la frase, "que sea en buena hora,
hermano".
WILANCHA Y OFRENDAS
Para que nuestros dioses (Mallkus, T`allas, Apus)
tutelares que moran los nevados de Los Andes y la Mamapacha (madre tierra)
sean magnánimos con las siembra y los objetivos que perseguimos, se procede a
la tradicional willancha (ch’alla con sangre de llama sacrificada) a la Mamapacha (madre
tierra).
Antes de que aparezcan los primeros rayos del sol,
se otorgan las wat’as (ofrendas) a los achachilas (nevados) y se pide permiso a
ellos para ejecutar el rito del recibimiento del Machaq Mara. En la inmensa
hoguera que se arma, las comunidades a través de sus autoridades entregan al
amauta que preside la ceremonia las ofrendas, consistentes en dulces, lanas de
color, sullus (fetos de llama) y hierbas aromáticas.
Este año los pueblos originarios debemos centrar
nuestro pedido en fuerzas para luchar contra los criollos o q`aras, quienes a
través de sus partidos, sus congresistas y su prensa, dividen a la nación
tawantinsuyana, para seguir en el poder y continuar con el saqueo de nuestros
recursos naturales que guarda en sus entrañas nuestra Mamapacha. Los pueblos
originarios del Awiyala, de una vez y para siempre debemos acabar con la
situación de miseria y pobreza a la que nos han sometido los criollos en
complicidad con el imperialismo.
¡¡JILATANAKA KULLAKANAKA,
WAWQIPANAYKUNA, HERMANOS Y HERMANAS KHESHWAYMARARAS, TAWANTINSUYANOS, FELIZ AÑO!
¡QUE EL AÑO NUEVO NOS
TRAIGA FUERZA Y LUCIDEZ PARA LUCHAR POR NUESTRA LIBERACIÓN, POR LA LIBERACIÓN DE
NUESTRA NACIÓN KHESHWAYMARA TAWANTINSUYANA!
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