En anteriores artículos, ya indicamos la sospechosa sucesión de muertes “súbitas y sorpresivas” de cargos del Partido Popular, justo cuando estaban a punto de declarar en los juzgados por alguno de los innumerables casos de corrupción que azotan al partido de Rajoy.
También hicimos mención a asuntos aún más sospechosos, como la pertenencia al PP de un líder yihadista y que fue convenientemente ofuscada por los medios. Un caso extremadamente turbio en el que nadie ha querido profundizar, ni tan solo aquellos que se presentan como presunta oposición al PP.
Pues bien, si todo esto no es suficiente indicativo del elevadísimo nivel de putrefacción del Régimen, en los últimos días se produjo un nuevo acontecimiento inexplicable, en el que ningún medio ha querido profundizar adecuadamente, aunque hayan informado de ello superficialmente.
La cuestión es que el pasado domingo 10 de septiembre, se produjo un sospechoso incendio en la Ciudad de la Justicia valenciana, un lugar en el que se concentran gran parte de las diligencias judiciales centradas en investigar los casos de corrupción del PP en la Comunidad Valenciana.
En dichos juzgados, se investigan los siguientes casos de corrupción del Partido Popular: caso Fabra, caso Blasco, caso Hernandez Mateo, caso Formula Uno, caso Taula, caso Gürtel, caso Brugal, caso Emarsa, caso Fuego, caso Ivam, caso Palau de les Arts, caso Noos, caso Canal Nou, caso Terra Mítica, caso Martinez, caso Acuamed…
Resulta especialmente sospechoso saber que cuando se produjo el incendio en las instalaciones de la Ciudad de la Justicia de Valencia, vacías por ser día festivo, no sonaron las alarmas. Además, las puertas antiincendio «no se cerraron automáticamente» porque se activan con un sistema de imanes que funciona cuando saltan las alarmas.
Aunque las instalaciones se habían llenado de humo y, aunque el edificio dispone de detectores de humo y de un sistema de alarma, las alarmas no sonaron y tuvo que ser un vecino que paseaba por la calle, el que llamó al 112 al ver que salía humo por una de las ventanas del edificio de cinco plantas.
¿Por qué razón no funcionaron los detectores de humo? Es facil sospechar, por no decir deducir, que fue porque a alguien le interesaba que el incendio se extendiera y los desactivó previamente.
De hecho, resulta extremadamente sospechoso que en el momento del incendio hubiera cuatro vigilantes de seguridad en el edificio, pero tuviera que ser un transeúnte, desde la calle, el que viera el humo y avisara del incendio.
Las llamas destrozaron el juzgado de primera instancia número 3, lleno de archivos y expedientes “no especificados”, donde se habría originado el fuego, mientras que el número 2 y 4 han quedado dañados y el juzgado número 1 quedó con las paredes ennegrecidas.
La policía todavía investiga las causas del fuego, aunque según apuntan algunas informaciones, podría tener su origen en un (oportuno) cortocircuito.
La cuestión es que la actividad ha quedado suspendida hasta nueva orden ya que podrían haberse emitido gases tóxicos al haberse calcinado el suelo de plástico. Sólo quedan abiertos el Juzgado de Incidencias y de Violencia de Género y el Juzgado de Guardia.
El Tribunal Superior de Justicia ha suspendido de urgencia la actividad de la Ciudad de la Justicia por problemas médicos de los funcionarios, jueces y fiscales generados por el humo acumulado tras el incendio. En total se han atendido a unas 35 personas con los mismos síntomas.
Teóricamente, para el miércoles 13 de septiembre, el humo generado por el incendio había desaparecido y el ambiente no era tóxico (tal y como había anunciado el Invasat, el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo), pero sin embargo, durante toda la mañana del miércoles 13, los médicos de la Ciudad de la Justicia han atendido a más de una veintena de personas por problemas respiratorios y síntomas de conjuntivitis, irritaciones, dolores de cabeza e incluso vómitos entre funcionarios y trabajadores de los servicios de justicia.
La cuestión es que la actividad en los juzgados ha quedado paralizada. Y lleva así 3 días.
Como vemos en el diario ABC,
El ala derecha, la parte afectada, permanecerá cerrada por seguridad y los juzgados afectados serán trasladados de forma provisional a otro espacio del TSJ, en concreto la sala segunda de la Audiencia provincial, que se panelará para posibilitar la actividad judicial.
Una “gran cantidad” de expedientes afectados por el incendio presenta hollín y se ha contratado una empresa que se dedicará a la limpieza de estos documentos en un espacio reservado, para posteriormente reconstruirlos.
Según leemos en El Confidencial: “Más graves que el bloqueo de vistas y plazos son los centenares de expedientes calcinados que habrá que reconstruir. La tarea puede durar meses”
¿Leen entre líneas?
Con un incendio, se hace difícil saber qué expedientes o archivos han quedado afectados, cuáles han desaparecido y cuáles no. De hecho, es la manera idónea de hacer desaparecer documentos comprometedores para el PP y culpar de ello “a un inoportuno cortocircuito”.
Y si encima pasan varios días en los que los trabajadores de los juzgados no pueden acceder al recinto por el peligro de intoxicación, el trabajo de los “limpiadores” se facilita aún más.
Máxime cuando al recinto acceden impúnemente gran cantidad de personas que de otra manera no tendrían acceso.
Según ha denunciado Encarna García, de la Intersindical Valenciana, tras el incendio, en el recinto han entrado los bomberos varias veces, la policia judicial, la gente del INVASAT, delegados de prevención del comité de seguridad, toda la prensa a hacer fotos, etc…todos ellos con acceso a documentos sensibles y con el potencial de ocultar a cualquiera que se infiltrase en las instalaciones a llevarse documentación, enmedio del caos.
Como podemos ver, el Régimen corrupto, fascista y criminal del 78, que ha secuestrado España bajo una apariencia de falsa democracia, está cada vez más desbocado y los indicios que vamos viendo, no hacen más que levantar más y más sospechas sobre toda una amplia panoplia de actividades criminales: eliminación y robos de pruebas, asesinatos de testigos claves, incendios provocados, vinculaciones directas con el terrorismo yihadista, encubrimiento de actividades terroristas destinadas a realizar ataques de falsa bandera en territorio nacional…
Toda una amplísima variedad de sospechas bien fundamentadas, que los más sumisos esbirros del Régimen calificarán como “teorías de la conspiración” y que con toda probabilidad, nunca serán investigados por los serviles criados de los medios de comunicación.
España nunca fue una democracia y nunca lo será, porque los crímenes y los abusos se suceden, bajo el silencio cómplice de una población sin dignidad y criada durante siglos para servir a un amo o un señorito, todo ello bajo la “cálida compañía” de unas presuntas fuerzas progresistas (con sus líderes mediáticos y sus intelectuales y artistas paniaguados), que en realidad, nunca lo han sido.
Un par de paniaguados del Régimen que llevan años viviendo de su presunta progresía
Y espérense: todo esto solo es el comienzo de lo que se avecina.
Con el pretexto de la defensa de la Unidad de España y de la Constitución, veremos la cara más criminal de este Régimen, hasta límites que algunos aún no pueden ni quieren imaginar…
Desgraciadamente, no queda demasiado para ello…
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