En días pasados hubo una serie de incidentes bélicos entre Israel, siria
e Irán. Por un lado, el gobierno de Tél Avid aseguraba que había
derribado un dron de origen iraní lanzado desde territorio sirio, dron
que habría violado su espacio aéreo; pero por otro lado, hasta el
momento el gobierno israelí no ha aportado pruebas acerca de la
veracidad de lo dicho por ellos.
https://youtu.be/VHpkx4p3gYM
Pero a raíz de esta incursión aérea, cierta o no, el gobierno de Israel
atacó varios objetivos sirios e iraníes dentro del territorio de su
norteño vecino árabe; acción respondida con la activación del sistema de
defensa aérea de siria; situación que llevó al derribo de un caza F-16
de la fuerza aérea de Israel, y al daño de algunos otros; asimismo, se
interceptó y se destruyó la mayoría de los misiles lanzados contra
Siria.
Del resultado de esta confrontación se puede deducir que las fuerzas de
defensa antiaérea del estado sirio se han modernizado sustancialmente
con respecto a algunos años atrás, años en los cuales la aviación
militar israelí ingresaba impunemente al espacio aéreo sirio cada vez
que se le antojaba, pero como resultado de los recientes acontecimientos
probablemente eso ya no volverá a pasar a partir de ahora; ¿o sí?
Lo cierto es que posteriormente al derribo del caza israelí las
autoridades de aquel país tomaron la decisión de dar una lección
contundente al gobierno sirio e iraní y efectuaron múltiples incursiones
en siria y el Líbano para atacar instalaciones militares del gobierno
sirio e iraní dentro de la misma Siria. La mayoría de los misiles
israelíes fueron derribados, pero algunos alcanzaron sus objetivos, pero
lo que no se volvió a repetir fue el derribo de otro avión;
aparentemente todos los aviones pudieron regresar sanos y salvos a sus
bases.
Aquí la pregunta es: ¿cómo fue posible que un misil antiaéreo sirio
pudiera alcanzar un avión caza israelí después de que eso no sucedía
desde hacía ya casi 30 años? La razón podría deberse a la modernización
de las defensas antiaéreas sirias, así como a su mayor número; pero
también podría deberse a la utilización de modernos radares y misiles
antiaéreos iraníes desplegados en siria, radares que estarían a cargo de
las fuerzas armadas de aquel país. También podría ser que Rusia haya
ayudado dirigiendo los misiles hacia sus objetivos utilizando para ello
sus propios radares.
Pero, ¿por qué ya no se volvió a repetir el incidente pese a las
múltiples incursiones posteriores de la aviación israelí en Siria?
¿acaso solo fue un golpe de suerte? ¿o es que los israelíes aprendieron
la lección y tomaron las medidas necesarias para evitar nuevos
incidentes como el sucedido, medidas como podrían ser el evitar los
radares y misiles de las defensas antiaéreas sirias e iraníes volando a
mayor altitud o distancia?
La verdadera razón es que el derribo del F-16 israelí fue una mezcla de suerte, tecnología y error.
Así es, el piloto israelí no tomó las debidas precauciones y voló más
bajo de lo que habitualmente lo hacen, de tal manera que quedó al
alcance de la defensa antiaérea siria; es decir, quedó al alcance de los
misiles SAM. Fue un producto de la tecnología por que las defensas
antiaéreas sirias fueron recientemente modernizadas con la ayuda de Irán
y Rusia, cosa que agarró desprevenidos a los pilotos israelíes pues
ignoraban hasta qué punto habían aumentado las capacidades de las
defensas sirias, pero ya lo pudieron comprobar. Y fue suerte porque el
piloto israelí cometió el error de volar demasiado bajo pero no tan bajo
como para ser alcanzado de lleno por el misil antiaéreo, razón por la
cual la aeronave no fue completamente destruida, sino que pudo seguir
volando hasta territorio israelí, y una vez a salvo, los pilotos se
catapultaron de la aeronave pero con heridas graves.
¿Pero por qué no fue destruido el F-16 en pleno vuelo? Pues por que el
misil que lo dañó no lo impactó de lleno, sino que explotó metros antes
de alcanzar al avión, de tal manera que las esquirlas del misil fueron
las que dañaron la aeronave y a los pilotos.
Es por esta razón que los subsiguientes bombardeos por parte de la
aviación militar israelí sobre siria no se volvieron a saldar con el
derribo de otro avión israelí, aunque si se logró dañar uno que otro
pero no tan severamente como ocurrió con el primero. De esta manera se
entiende que si no volvió a caer ningún avión fue porque los pilotos se
mantuvieron fuera del alcance de las defensas antiaéreas sirias; y
aunque algún misil si estalló relativamente cerca de los aviones
israelíes, no fue suficiente como para causarle daños graves a la
aeronave y por eso es que todos pudieron regresar a sus bases.
De esta manera se puede entender por qué pese al severo golpe, sobre
todo un golpe psicológico, propinado por las fuerzas de defensa aérea
sirias a la aviación israelí, aún así Siria no está a salvo de la
agresión de su vecino y en cualquier momento puede volver a sufrir otro
golpe a su infraestructura.
Según dicen medios israelíes, durante los recientes bombardeos
realizados sobre objetivos dentro de Siria se logró destruir la mitad de
las baterías antiaéreas, y sus respectivos radares, de las fuerzas
leales a Bashard Al Assad.
Pero yo me pregunto: ¿acaso los militares sirios cometieron el error,
nuevamente, de encender las baterías antiaéreas, y sus respectivos
radares, pese a saber que la aviación israelí estaba fuera de su
alcance?
Yo entiendo que la mayoría de las baterías antiaéreas sirias son
unidades móviles, entonces, ¿Cómo es posible que diga el gobierno
israelí que la mitad de ellas fueron destruidas? Eso solo sería posible
si los sirios cometieron el error de no moverlas de ubicación luego del
derribo del caza israelí; también podría haber sido posible si pese a
saber que los cazas israelíes estaban fuera de su alcance las
encendieron, delatando con ello su posición.
De esta manera se puede deducir que los pilotos israelíes no cometieron
el mismo error y se mantuvieron fuera del alcance de las defensas
antiaéreas sirias, pero sin embargo, disponían de misiles antirradar que
superaban en alcance a los misiles antiaéreos sirios, de tal manera
que, efectivamente, pudieron destruirlos si estos encendieron los
radares y de esta manera delataron su ubicación.
Eso es exactamente lo que pasó en la última guerra sirio–israelí, cuando
los israelíes usaron drones como señuelo para que las fuerzas de
defensa antiaérea siria encendieran sus radares para derribar esos
drones que ellos creyeron se trataba de cazas israelíes, de tal manera
que delataron su ubicación convirtiéndose en presa fácil de los cazas
israelíes luego de agotar la primera ronda de misiles disparados contra
los drones; de esta manera la aviación israelí logró acabar casi en su
totalidad con las unidades de defensa antiaérea sirias utilizando para
ello misiles anti radar proporcionados por EEUU.
Siria debió dejarlos acercarse a una distancia prudente y, entonces sí,
encender las baterías antiaéreas y así lograr derribarlos. Pero la mejor
defensa es el ataque; y lo que realmente debió haber hecho Siria fue
lanzar un ataque masivo contra las instalaciones estratégicas israelíes
y, principalmente, contra sus bases aéreas desde donde salen los aviones
que tanto daño les hacen.
Siria dispone de los medios necesarios para realizar tal acción; cuenta
con misiles avanzados de gran precisión de fabricación iraní y rusa con
los cuales atacar las bases aéreas israelíes; el mismo Irán ha
desplegado tales armas dentro del territorio sirio; asimismo, el Hezbolá
dispone de tales armas en gran cantidad.
Un ataque masivo contra las instalaciones estratégicas israelíes pondría
de rodillas al estado hebreo, pero claro, una acción como esá
significaría una confrontación total de consecuencias imprevisibles para
todos los involucrados. Con toda probabilidad Israel haría uso de su
arsenal nuclear, si antes no es destruido.
No olvidemos la doctrina militar israelí conocida como la opción sansón;
doctrina que contempla el uso del poder nuclear en caso de verse
comprometida la supervivencia del estado judío; por lo tanto, una guerra
atómica sería con toda probabilidad una realidad en caso de darse un
escenario como el descrito.
Pero esa es la única opción real de que dispone siria, Líbano y Hezbolá
para defenderse de manera efectiva de las agresiones de Israel.
Israel afirma que solo responde a las agresiones recibidas, si es que a
eso se le puede llamar agresión, es decir, al sobrevuelo de un dron
sobre su espacio aéreo, pero lo hace de forma desproporcionada y
ventajosa, pues el sobrevuelo de un dron no justifica una ataque masivo
contra instalaciones militares de su vecino árabe.
Esa es la manera de actuar de Israel: responder de manera
desproporcionada y abusiva a las agresiones, pequeñas agresiones, de sus
vecinos árabes.
Uno puede entender que Israel actúa así porque se siente rodeado de
países hostiles hacia ellos, pero la aptitud tomada no es la correcta y
solo genera más violencia, violencia que se puede revertir contra ellos.
Por otro lado, Israel casi siempre tiene las de ganar al contar con
mejores armas, mas tecnología y mejor estrategia militar, pero no se
puede subestimar a ningún enemigo, por pequeño que parezca, y la actitud
que está tomando Israel solo le genera más enemigos, lo que a la larga
puede resultar en algo trágico para ellos.
En esta última confrontación siria-israelí parecía que las cosas se
saldrían de control y aquello escalaría a una guerra regional, pero
afortunadamente intervino Putin y exigió a Netanyahu detener los ataques
aéreos contra siria; amenaza que tuvo un efecto inmediato e Israel
detuvo en el momento los bombardeos.
De esta manera podemos comprobar una vez mas quien tiene la sartén por
el mango; ya no es Estados Unidos el que manda en la región, ahora el
jefe es Rusia; Rusia es el país que está dictando las órdenes y es a
quien se le obedece.
Netanyahu antes que ir a Estados Unidos a resolver un asunto doméstico
está yendo a Moscú a consultar con Putin que es lo que tiene que hacer; y
si Putin dice que no debe bombardear siria, Líbano, Irán o cualquier
otro país, inmediatamente Netanyahu obedece, pues sabe quién es el jefe.