martes, 31 de marzo de 2020

‘Coronavirus ha matado a más estadounidenses que ataques del 11-S’

  • Personal de emergencia introduce a un contagiado por coronavirus en una ambulancia en Nueva York, 24 de marzo de 2020.
Un diplomático estadounidense advierte de que la cifra de muertos por COVID-19 en EE.UU. es mayor a la de bajas en la guerra en Afganistán.
“La cifra de ciudadanos estadounidenses que han perdido la vida por el coronavirus (COVID-19) es más que el número de muertes en la guerra en Afganistán o en el ataque del 11 de septiembre”, ha alertado el presidente del Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU., Richard Haass, en un mensaje en su cuenta de Twitter publicado este martes.
Haass también ha asegurado que, en unos días, la cifra de víctimas mortales por la pandemia en EE.UU. será más que el número de bajas estadounidenses de la guerra en Irak y, dentro de unas semanas, superará a esos tres incidentes juntos.

Asimismo, el diplomático estadounidense ha expresado su enojo por la gestión de los responsables políticos de su país, ya que, a su juicio, podían haber impedido la expansión del COVID-19 pero no lo hicieron.

La cifra de muertos y contagiados crece en EE.UU. a la vez que aumentan los cuestionamientos internos y externos a la gestión del presidente de EE.UU., Donald Trump, ante la pandemia. El mandatario sigue minimizando los efectos del nuevo coronavirus en su país.

A mediados de este mes de marzo, el diario local The New York Times (NYT) alertó que el nuevo coronavirus podría afectar a entre 160 y 214 millones de estadounidenses, y matar a al menos 1,7 millones de personas.
Lo que ha agravado la propagación del COVID-19 en EE.UU., según varios analistas, es que el sistema sanitario y los hospitales de este país no están preparados para hacer frente a la expansión del nuevo coronavirus.
También muchas autoridades estadounidenses han advertido sobre las consecuencias nefastas de la ausencia de una intervención federal más contundente, y han avisado que “lo peor aún está por venir”.
FUENTE: HISPANTV

Venezuela: EEUU enmascara su intervención con un plan de transición

  • La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, habla con la prensa en Caracas, capital, 6 de marzo de 2020. (Foto: AFP)
La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, denuncia que el plan del “gobierno de transición” de EE.UU. enmascarara sus acciones intervencionistas en Venezuela.
“Palurda propuesta del secretario [Mike] Pompeo enmascara vulgar intervencionismo contra Venezuela en medio de la peor crisis sanitaria que padece el pueblo estadounidense por la pandemia COVID-19”, ha afirmado este martes Rodríguez.
La vicepresidenta de Venezuela, señalando que el país bolivariano seguirá siendo libre e independiente, ha rechazado la propuesta de EE.UU. para formar un “gobierno de transición” en Venezuela a cambio de levantar las medidas coercitivas.
El plan de EE.UU., presentado el martes por el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, excluiría del poder tanto al presidente actual del país, Nicolás Maduro, como al líder golpista, Juan Guaidó, y requeriría la creación de un Consejo de Estado de cinco miembros (chavismo y oposición) para gobernar el país hasta que se pueden realizar elecciones presidenciales.

El embajador ruso denuncia “ultimátums” de EEUU a Venezuela

  • El embajador ruso en Caracas, Serguéi Melik-Bagdasárov.
El embajador ruso en Venezuela afirma que los ultimátums de EE.UU. no ayudarán a resolver los problemas internos de Venezuela.
“Siempre hemos considerado y seguimos considerando que la solución a los problemas políticos internos de Venezuela debe ser encontrada solo por los propios venezolanos en el marco de la Constitución vigente y la legislación nacional a través del diálogo de las fuerzas políticas responsables”, ha afirmado este martes el embajador ruso en Caracas, Serguéi Melik-Bagdasárov, en una conversación con la agencia de noticias Sputnik.
Así reflexionaba el diplomático ruso a la propuesta del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, sobre levantar las sanciones a Venezuela a cambio de un “gobierno de transición” en el país.
Melik-Bagdasárov considera que la nueva iniciativa de Washington es un instrumento de “presión política e injerencia” en los asuntos internos de otros países, e insiste en que tales medidas ya han mostrado su ineficacia, especialmente cuando incluyen manifiestos públicos unilaterales y “ultimátums”.
El embajador ruso, tras señalar que de por sí la disposición de EE.UU. a levantar sus medidas unilaterales contra Venezuela es positiva, ha insistido en que solo los ciudadanos venezolanos pueden decidir sobre el destino de su país.
 
También se ha referido a la crisis sanitaria provocada por el brote del nuevo coronavirus —denominado COVID-19—, señalando, dada la situación del mundo, especialmente de América Latina, no es el mejor momento para este tipo de ultimátums.
Washington, desde que reconoció al líder opositor Juan Guaidó como autoproclamado “presidente interino” de Venezuela, ha estado ejerciendo intensas presiones diplomáticas y aplicando férreas sanciones económicas contra la nación suramericana, e incluso ha llegado a amenazar con dar golpe de Estado y usar la opción militar para expulsar del poder al presidente legítimo del país, Nicolás Maduro, que representa un obstáculo a sus planes injerencistas.
El plan anunciado por EE.UU. excluiría del poder tanto a Maduro como al líder golpista y requeriría la creación de un Consejo de Estado de cinco miembros (chavismo y oposición) para gobernar el país hasta que se pueden realizar elecciones presidenciales.

Venezuela, por su parte, ha condenado este plan intervencionista de EEUU, aclarando que “Venezuela no acepta ni aceptará jamás tutelaje alguno, de ningún gobierno extranjero”.
fuente: hispantv

Latinoamérica exige condonación de la deuda y nuevo orden post-neoliberal que proteja a los seres humanos

Latinoamérica exige condonación de deuda y nuevo orden post-neoliberal que proteja a los seres humanos. 30 de marzo de 2020 — Bajo el título de, “Es la hora de la condonación de la deuda para América Latina” el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), una institución dedicada al análisis de los fenómenos políticos, económicos y sociales con sede en Argentina, emitió un llamado dirigido al Fondo Monetario Internacional (FMI), al Banco Mundial (BM), y a otros acreedores multilaterales de la deuda soberana de las naciones de Iberoamérica solicitando la condonación de la misma. El llamado es también extensivo a los acreedores privados.
Originalmente, el llamado se emitió el 20 de marzo, y actualmente lo suscriben varios ex Presidentes iberoamericanos, en general progresistas, a saber, Rafael Correa de Ecuador, Dilma Rousseff de Brasil, Fernando Lugo de Paraguay, y Evo Morales de Bolivia, así como su ex vicepresidente Álvaro García Linera, entre otros. También firmaron este llamado reconocidos académicos, personalidades políticas, ex funcionarios de gobierno y funcionarios activos, y legisladores de diversos países.
En el contexto de las dificultades económicas exacerbadas por la pandemia global COVID-19, el CELAG señala: “Ante tantas dificultades, la condonación de la deuda externa es una acción tan justa como necesaria”. Exhortaciones similares ya han sucedido en otros momentos de la historia, “marcados por grandes catástrofes naturales, como guerras o enfermedades y pandemias”, agrega. «Esta es una oportunidad única para evitar que el peso de la deuda sea un escollo aún mayor que añadir al complejo reto de superar este momento social y económico tan crítico”.
El CELAG insiste en que este no es el momento para exigir que los países lleven a cabo políticas eficientes de salud pública para lidiar con la pandemia “y, al mismo tiempo, pretender que sigan cumpliendo con sus obligaciones de deuda. No podemos exigirles que implementen políticas económicas que compensen los daños de esta catástrofe mientras deben seguir pagando a sus acreedores”. El CELAG solicita a la Organización de Naciones Unidas (ONU) para que convoque a una reunión de emergencia de la Asamblea General “que proporcione el marco legal internacional para llevar a cabo esta estrategia efectiva de condonación de la deuda externa de América Latina y fomentar el proceso de reestructuración (con mora de dos años) con los acreedores privados».
 

Iberoamericanos plantean ante la pandemia deshacerse del viejo orden neoliberal y construir un nuevo orden para proteger a los seres humanos

30 de marzo de 2020 — La propagación de la pandemia COVID-19 por toda Iberoamérica está generando una discusión sobre la necesidad de un nuevo orden económico global, que valore la vida del ser humano.
“Tenemos que reflexionar si lo que estábamos haciendo en términos de economía, de sistema, de modelo económico es lo que tenemos que continuar. Creo yo que debemos repensar y a fondo qué tipo de modelo de desarrollo debe emerger de esta crisis», dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en una entrevista que le dio a BBC News. Va a ser necesario, dijo Bárcena, «repensar la globalización», porque las economías de Iberoamérica durante estos tiempos de pandemia, «esto se va a parecer mucho a una economía de guerra», y nosotros «estamos viendo que va a ser muy importante que las economías de América Latina y el Caribe retomen la integración regional, es decir, que tratemos de volver a una especie de autosuficiencia regional».
Barcena hace hincapié en la enorme pobreza y desigualdad en la región, en la carencia de un sistema de salud, la incapacidad de hacer cosas simples como lavarse las manos debido a la falta de agua potable. Por lo tanto, señala Bárcena, «este llamado es fundamental y también un llamado al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial para que consideren sinceramente posponer el pago de las deudas externas e incluso, en los casos de los países con menores recursos, la condonación de las deudas bilaterales y multilaterales». El hecho de que el FMI le haya negado a Venezuela un préstamo de $5 mil millones de dólares para ayudarlos a pelear con la COVID-19, y con las sanciones contra el país que siguen imponiéndose, «pues estamos realmente sentenciando o condenando a un pueblo» a la muerte, denunció.
En un artículo que publicó Página 12, el historiador argentino, Mario Rapoport, compara la pandemia COVID-19 de hoy con la peste negra del siglo 14, de la cual sí emergió un nuevo orden mundial. Hoy, señala, por los estragos del neoliberalismo, el mundo está viviendo una nueva era de tinieblas, en la que el estado de bienestar del mundo después de la Segunda Guerra Mundial, fue sustituido por una economía de casino, las burbujas de deudas, guerras permanentes, y una especulación desenfrenada, todo en detrimento de la vida humana.
¿Cuál es la solución? “Se necesitan cambios drásticos en el orden económico y financiero mundial», escribe, y afirma que la «pseudo globalización basada en el neoliberalismo» que solo le trae beneficios a pocos, «no impidió las agresiones y las guerra y, contribuye a acentuar las desigualdades y ayuda a diseminar la nueva pandemia». Lo que se requiere es un «control de los capitales y una especie de ’vacuna universal’ contra los fondos buitre», para forzar la reestructuración de la deuda creada artificialmente, «y su no dependencia, como preconizaba [el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina] José María Drago, de la jurisdicción de los acreedores».
Recordemos que en 1902, después de que Gran Bretaña, Alemania e Italia bloquearan los puertos de Venezuela [durante el régimen de Cipriano Castro], para cobrar la deuda por la fuerza, Drago codificó la ley internacional que prohíbe que una nación cobre por la fuerza una deuda, por lo cual se le conoce como «Doctrina Drago».
 
Fuentes:
Mente alternativa

Golpistas a la sombra del coronavirus


Mientras la opinión pública se mantiene pendiente de las cifras de progresión del ‎coronavirus, los poderes ejecutivos sufren una profunda reorganización en la que los ‎altos funcionarios de la salud prevalecen momentáneamente sobre los políticos. Pero, ‎en la sombra, banqueros y militares se preparan en espera de su turno para confiscar ‎el poder.‎

Supremacía de la lógica administrativa sobre la lógica política
Numerosos gobiernos de los países industrializados han respondido a la epidemia de Covid-19 ‎decretando el confinamiento de la población. Esa estrategia no tiene nada que ver con ‎la medicina, que nunca practicó el aislamiento de las personas sanas. Se trata en realidad de ‎administrar los medios médicos para evitar un flujo masivo de enfermos que desbordaría los ‎hospitales. Son pocos los países industrializados que, como Suecia, han rechazado esa visión ‎administrativa ante la epidemia. Esos países han optado por una acción de carácter médico y ‎no practican el confinamiento generalizado. ‎
La primera enseñanza que nos deja lo que está sucediendo es, por consiguiente, que en los ‎países desarrollados la lógica administrativa prevalece sobre la experiencia médica. ‎
Sin embargo, aun careciendo de competencias médicas, no dudo que milenios de experiencia ‎médica y sanitaria tienen que ser más eficaces contra una enfermedad que las “recetas” ‎burocráticas.
En todo caso, la observación del fenómeno actual permite comprobar que ‎Suecia cuenta sólo 10 muertos por millón de habitantes mientras que Italia ya registra ‎‎166 fallecidos por cada millón de habitantes. Por supuesto, esto es sólo el principio de la ‎epidemia y se trata de dos países muy diferentes. Pero es probable que Italia tenga que ‎enfrentar una segunda oleada de contaminación y también una tercera mientras que Suecia ya ‎habrá adquirido un nivel de inmunización colectiva y estará protegida. ‎

Supremacía de los altos funcionarios de la salud sobre los responsables electos por el pueblo

Después de haber señalado lo anterior, hay que resaltar que el confinamiento generalizado de la ‎población sana perturba, además de la economía, los modos de gobierno. En casi todos los ‎países estamos viendo la palabra de los políticos quedar en segundo plano ante la palabra de los ‎altos funcionarios del sector de la salud, que lógicamente deben ser más eficaces. Y esto es lógico ‎dado el hecho que la decisión de confinamiento es puramente administrativa. Se ha aceptado ‎colectivamente luchar por los hospitales y tratar de protegernos de la enfermedad, en vez de ‎combatirla. ‎
Por desgracia, cualquiera podrá comprobar que, a pesar de las apariencias, no se ha ganado ‎en eficacia. Por ejemplo, los países miembros de la Unión Europea han sido incapaces de proporcionar el equipamiento médico y las medicinas que se necesitan en el momento oportuno. ‎El problema viene de las reglas habituales. ‎
Basta señalar que la globalización económica ha llevado a que quede un solo fabricante de respiradores ‎artificiales… y a que ese fabricante sea chino. Los procedimientos de licitación imponen un plazo ‎de varios meses antes de lograr disponer de ese “producto” y los políticos no están para saltarse ‎esos procedimientos. Estados Unidos ha tenido que intervenir empresas para resolver ese ‎problema. ‎
Francia, país que durante la Segunda Guerra Mundial vivió bajo una dictadura administrativa, ‎encabezada por Philippe Petain bajo la denominación de «Estado Francés», ya ha vivido también ‎cuatro décadas de confiscación del poder político por parte de los altos funcionarios, lo que ‎los franceses han llamado la «ENArquía» [1]. Pero ese sistema ha privado a los políticos del ‎conocimiento en materia de administración que antes obtenían al ejercer diferentes ‎mandatos locales y regionales, antes de llegar al nivel nacional. Actualmente, los responsables que ‎ocupan cargos electivos disponen de menos información que los altos funcionarios y enfrentan ‎grandes dificultades para controlar los actos de estos últimos. ‎
En las actuales circunstancias de la crisis del coronavirus, los altos funcionarios del sector de la ‎salud se ven investidos abruptamente de una autoridad que normalmente no tienen. Ante eso, ‎banqueros y militares aspiran ahora a una promoción similar, en detrimento de los políticos. ‎

Los banqueros,
a la espera de su oportunidad

En Reino Unido, Gordon Brown, ex ministro de Finanzas y posteriormente primer ministro ‎británico, acaba de publicar en el Financial Times un texto donde propone utilizar el miedo al ‎Covid-19 para hacer lo que no se logró concretar durante la crisis financiera de 2008 [2]. En aquella época Gordon Brown ‎no logró crear un gobierno financiero mundial y tuvo que conformarse con una simple ‎concertación en el G20. Ahora, afirma Gordon Brown, sería posible instaurar un gobierno mundial ‎de la salud y determinar qué potencias podrían asociarse a los miembros permanentes del Consejo ‎de Seguridad de la ONU. ‎
Nada permite creer que tal gobierno mundial haría las cosas mejor que los gobiernos nacionales. ‎Lo que que sí es seguro es que esa entelequia escaparía a toda forma de control democrático. ‎
Ese proyecto no tiene más posibilidades de llegar a concretarse que el proyecto de gobierno ‎financiero mundial. Gordon Brown era también un acérrimo defensor del mantenimiento del Reino ‎Unido dentro de la Unión Europea, apuesta que también perdió. ‎

El Estado Profundo estadounidense, agazapado en la sombra

A través de la historia, las crisis siempre han servido de pretexto a quienes tratan de explotar el ‎argumento de la «urgencia» para modificar el poder sin que la opinión pública tenga tiempo de ‎reflexionar. Esa coartada ha funcionado a menudo . ‎
El 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el «estado de ‎emergencia internacional en materia de salud pública». Al día siguiente, el secretario de ‎Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, firmaba en secreto una Warning Order (Orden ‎de Alerta) según la cual el NorthCom debe estar listo para la posible aplicación de las nuevas ‎reglas del plan de «Continuidad del Gobierno». ‎
Esas nuevas reglas son Above-Top Secret, lo cual significa que la comunicación sobre las acciones ‎se restringe aún más que de costumbre y se pone en conocimiento únicamente de las personas ‎que disponen del más alto nivel de habilitación y que cuentan además con un acceso nominativo ‎especial en el marco del Special Access Program.‎
Vale recordar que el principio de la «Continuidad del Gobierno» se instauró al inicio de la guerra ‎fría. Se trataba de proteger la administración de Estados Unidos en una situación de guerra ‎nuclear contra la Unión Soviética o ante la muerte u otro impedimento de los principales ‎responsables del país: el presidente de Estados Unidos, su vicepresidente y el presidente de la ‎Cámara de Representantes. En virtud de una directiva escrita del presidente Dwight Eisenhower, ‎ante tales circunstancias un gobierno militar tendría que asumir inmediatamente la continuidad ‎del mando hasta un ulterior restablecimiento de los procedimientos democráticos [3].‎
Esa directiva fue invocada y esa forma de gobierno fue implantada el 11 de septiembre de 2001 por el entonces coordinador ‎nacional de la lucha contra el terrorismo, Richard Clarke [4]. Sin embargo, aunque el país vivió ese día una ‎situación de emergencia, ni el presidente de Estados Unidos, ni su vicepresidente, ni ‎el presidente del Congreso habían muerto, como tampoco estaban en la imposibilidad de ejercer ‎sus funciones respectivas, lo cual me lleva a la conclusión de que el 11 de septiembre de 2001 ‎Estados Unidos vivió un golpe de Estado. El entonces presidente, George W. Bush, no recuperó ‎sus prerrogativas hasta la noche de aquel día y nunca se aclaró qué pasó en la decena de horas ‎durante las cuales su autoridad quedó suspendida [5].‎
Según explica en Newsweek William Arkin, considerado el mejor especialista en temas del ‎Pentágono, actualmente existen 7 planes diferentes [6]:‎
- el Rescue & Evacuation of the Occupants of the Executive Mansion (RESEM), para garantizar la ‎protección del presidente, del vicepresidente y de sus familias;
- el Joint Emergency Evacuation Plan (JEEP), para garantizar la protección del secretario ‎de Defensa y de los principales jefes militares;
- el Atlas Plan, para garantizar la protección de los miembros del Congreso y de la ‎Corte Suprema;
- Octagon, plan con objetivos totalmente desconocidos;
- Freejack, también desconocido;‎
- Zodiac, igualmente desconocido;‎
- Granite Shadow, plan que prevé el despliegue de unidades especiales en Washington, establece ‎las condiciones para el uso de la fuerza y para poner el territorio bajo la autoridad de los militares ‎‎ [7].‎
Es importante observar que existe una contradicción entre el supuesto objetivo del RESEM –‎garantizar la protección del presidente y del vicepresidente– y el hecho que ese plan se aplicaría sólo en caso de muerte o de impedimento de esos responsables. ‎
En todo caso, la aplicación de estos 7 planes estaría en manos del Mando Militar de ‎Estados Unidos para América del Norte (NorthCom), encabezado por un ilustre desconocido, ‎el general Terrence J. O’Shaughnessy.‎
O sea, en virtud del derecho estadounidense, este general se convertiría en dictador de ‎Estados Unidos sólo en caso de muerte o de impedimento de los 3 principales responsables ‎electos del Estado federal –el presidente de Estados Unidos, su vicepresidente y el presidente de ‎la Cámara de Representantes– pero en la práctica su predecesor, el general Ralph Eberhart, ya ‎fungió como tal a pesar de que esos 3 responsables no estaban muertos ni impedidos de ‎realizar sus funciones. A los 73 años, el ahora retirado general Ralph Eberhart dirige actualmente ‎las principales empresas que proveen la aviónica militar en Estados Unidos. ‎
El 13 de febrero, el general O’Shaughnessy afirmó ante la Comisión del Senado a cargo de las ‎fuerzas armadas que el NorthCom estaba preparándose para lo peor. En el marco de esos ‎preparativos, el general O’Shaughnessy se comunica diariamente con los otros 10 mandos ‎centrales de las fuerzas de Estados Unidos en todas las regiones del mundo [8].‎
También es importante recordar aquí que, además del territorio de Estados Unidos, la «zona de ‎responsabilidad» del NorthCom abarca también Canadá, México y Bahamas. En virtud de varios ‎acuerdos, el NorthCom puede, por iniciativa propia, ordenar el despliegue de tropas ‎estadounidenses en esos tres países. ‎
En 2016, el entonces presidente de Estados Unidos Barack Obama firmó la orden secreta ‎denominada Presidential Policy Directive 40 sobre la National Continuity Policy, o sea la ‎‎«Política de Continuidad Nacional». Sólo 2 días antes de que el presidente Donald Trump ‎asumiera sus funciones en la Casa Blanca, el entonces administrador de la FEMA –la agencia ‎federal a cargo de las situación de urgencia–, Craig Fugate, firmó la Federal Continuity ‎Directive 1 (Directiva Número 1 de Continuidad Federal), que precisa ciertos aspectos de la ‎aplicación de ese procedimiento en niveles inferiores. ‎
Todo está previsto en función de «lo peor». La epidemia proporciona el pretexto para actuar. ‎En ese contexto, las preguntas planteadas recientemente por el vocero del ministerio chino ‎de Exteriores [9] sobre ‎la posibilidad de que los militares estadounidenses hayan diseminado deliberadamente el nuevo ‎coronavirus, adquieren el mayor sentido y cobran nueva vigencia. ‎
FUENTE: RED VOLTAIRE
[1] Las siglas ENA denominan en Francia la Escuela ‎Nacional de Administración, entidad elitista que forma los más altos funcionarios de la República ‎Francesa. Nota de la Red Voltaire.
[2] “End the ‎dog-eat-dog mentality to tackle the crisis”, Gordon Brown, Financial Times ‎‎(Reino Unido), Voltaire Network, 26 de marzo de 2020.
[3] Continuity of ‎Government: Current Federal Arrangements and the Future, Harold C. Relyea, Congresionnal ‎Research Service, 5 de agosto de 2005.
[4] Against All Enemies: Inside America’s ‎War on Terror, Richard Clarke, Free Press, 2004.
[5] A Pretext for War: 9/11, Iraq, and the Abuse ‎of America’s Intelligence Agencies, James Bamfort, Anchor Books, 2005.
[6] “Exclusive: Inside The Military’s Top Secret ‎Plans If Coronavirus Cripples the Government”, William M. Arkin, ‎‎Newsweek, 18 de marzo de 2020.
[7] “Top Secret Pentagon Operation “Granite Shadow” revealed. Today in DC: Commandos in the ‎Streets?”, William Arkin, Washington Post, 25 de septiembre de 2005.
[8] Hearing to receive ‎testimony on United States Northern Command and United States Strategic Command in review ‎of the Defense Authorization Request for fiscal year 2021 and the future years Defense Program, ‎Senate Committe on Armed Service, 13 de febrero de 2020.
[9] «Propaganda y preguntas sin respuesta sobre el origen del Covid-19», Red Voltaire, 25 de marzo de 2020.

lunes, 30 de marzo de 2020

Science The Wire: La respuesta del coronavirus en Cuba está avergonzando a otros países

Londres, 27 mar (RHC) MS Braemar, un crucero transatlántico que transportaba a 682 pasajeros del Reino Unido, se encontró momentáneamente varado. Cinco de los pasajeros del crucero dieron positivo por el coronavirus. Varias docenas más de pasajeros y miembros de la tripulación quedaron aislados después de mostrar síntomas similares a los de la gripe. El barco había sido rechazado desde varios puertos de entrada en todo el Caribe. Según fuentes del gobierno británico que hablaron con CNN , el Reino Unido se acercó tanto a Estados Unidos como a Cuba "para encontrar un puerto adecuado para Braemar".
¿Qué país los recibió? Si ha prestado atención a la retórica xenófoba de la administración Trump sobre "el virus chino" y su obsesión por mantener a los extranjeros fuera del país, y sabe algo sobre la tradición de Cuba de enviar médicos para ayudar con las crisis humanitarias en todo el mundo, deberías poder adivinar la respuesta.
A pesar de ser un país pobre que a menudo experimenta escasez, producto de los defectos estructurales de la economía y de los efectos de 60 años de bloqueo económico por parte de su mayor socio comercial natural, Cuba estaba mejor posicionada que la mayoría para enfrentar la pandemia de coronavirus.
El país combina un sistema médico completamente socializado que garantiza la atención médica a todos con innovaciones biotecnológicas impresionantes. Se ha utilizado un medicamento antiviral cubano (interferón alfa-2B) para combatir el coronavirus tanto dentro del país como en China. Cuba también cuenta con 8,2 médicos per cápita, más del triple que en Estados Unidos (2.6) o Corea del Sur (2.4), casi cinco veces más que China (1.8) y casi el doble que Italia (4.1).
Además de su impresionante sistema médico, Cuba tiene un historial mucho mejor de proteger a sus ciudadanos de emergencias que otras naciones pobres, e incluso algunas naciones ricas. Por ejemplo, su sistema de preparación para huracanes "completo, todo en la cubierta" , por ejemplo, es una maravilla, y los números hablan por sí mismos. En 2016, el huracán Matthew mató a docenas de estadounidenses y cientos de haitianos. Ni un solo cubano murió. Los residentes que huyeron incluso pudieron traer a sus mascotas domésticas con ellos: los veterinarios estaban estacionados en los centros de evacuación.
El coronavirus será un desafío más difícil que un huracán, pero Cuba ha estado aplicando el mismo espíritu de "manos a la obra" para prepararse. El turismo se ha cerrado (un sacrificio particularmente doloroso, dada la importancia de la industria para la economía asediada de Cuba). Y la industria nacionalizada del cuidado de la salud no solo se ha asegurado de que miles de hospitales civiles estén listos para pacientes con coronavirus, sino que también hay varios hospitales militares abiertos para uso civil.
En los Estados Unidos, el cirujano general y otras autoridades trataron de conservar máscaras faciales para profesionales médicos al decirle al público que las máscaras "no ayudarían". El problema, como argumentó el Dr. Zeynep Tufekci en un reciente artículo de opinión del New York Times , es que la idea de que los médicos y las enfermeras necesitaran las máscaras socavaron la afirmación de que serían ineficaces. Las autoridades señalaron correctamente que las máscaras serían inútiles (o incluso harían más daño que bien) si no se usan correctamente, pero como señala Tufekci, este mensaje nunca tuvo sentido. ¿Por qué no lanzar una campaña educativa agresiva para promover lo que se debe y no se debe hacer con el uso correcto de la máscara en lugar de decirle a la gente que nunca podrían resolverlo?
Muchas personas también se lavan mal las manos, pero no respondemos a eso diciéndoles que no se molesten. En cambio, proporcionamos instrucciones; colocamos letreros en los baños; Ayudamos a las personas a cantar canciones que cronometran su lavado de manos. Decirle a la gente que no pueden descubrir cómo usar una máscara correctamente no es un mensaje ganador. Además, cuando le dices a la gente que algo funciona solo si se hace bien, piensan que será la persona que lo hace bien, incluso si todos los demás no lo hacen.
El resultado predecible de todo esto es que, después de semanas de mensajes de "no compre máscaras, no funcionarán para usted", se han comprado tantos que no puede encontrar una máscara para la venta en ningún lugar de los Estados Unidos fuera de unos pocos en Amazon por precios absurdamente elevados.
En Cuba, por otro lado, las fábricas nacionalizadas que normalmente producen uniformes escolares y otros artículos no médicos se han reutilizado para aumentar drásticamente el suministro de máscaras.
El mismo espíritu humanitario e internacionalista que llevó a Cuba a permitir el atraque de Braemar también ha llevado al pequeño país a enviar médicos para ayudar a Haití después del devastador terremoto de 2010 de esa nación, luchar contra el ébola en África occidental en 2014 y, más recientemente , ayudar al abrumado sistema de salud de Italia en medio de la pandemia de coronavirus. (Cuba ofreció enviar asistencia similar a los Estados Unidos después del huracán Katrina que devastó la costa del Golfo, pero fue previsiblemente rechazado por la administración Bush).
Incluso fuera de las emergencias temporales, Cuba ha enviado médicos desde hace mucho tiempo a trabajar en países pobres con escasez de atención médica. En Brasil, los médicos cubanos fueron recibidos calurosamente durante años por el gobernante Partido de los Trabajadores. Eso comenzó a cambiar con el ascenso del demagogo de extrema derecha Jair Bolsonaro. Cuando asumió el cargo, Bolsonaro expulsó a la mayoría de los médicos cubanos del país e insistió en que estaban en Brasil no para curar a los enfermos sino "para crear células de guerrilla y adoctrinar a la gente".
Hace tan solo dos semanas, Bolsonaro calificó la idea de que el coronavirus representaba una seria amenaza para la salud pública como una "fantasía". Ahora que la realidad se ha establecido, está rogando a los médicos cubanos que regresen.
El mes pasado, Bernie Sanders fue atacado y calumniado por los republicanos y los demócratas establecidos por reconocer los logros reales de la Revolución Cubana. A estos críticos no pareció importarles que Sanders comenzara y terminara sus comentarios llamando al gobierno cubano "autoritario" y condenándolo por mantener "prisioneros políticos". En cambio, parecían juzgar sus comentarios por lo que llamé el " Estándar de Narnia ". En lugar de discutir francamente los aspectos positivos y negativos de la sociedad cubana, el estado insular es tratado como si careciera de características redentoras, como Narnia antes de Aslan, donde era "siempre invierno y nunca Navidad".
Los socialistas democráticos valoran la libertad de expresión, la libertad de prensa, las elecciones multipartidistas y la democracia en el lugar de trabajo. Podemos y debemos criticar el modelo de organización social de Cuba por sus déficits. Pero el enfoque admirablemente humano y solidario del coronavirus debería humillar a quienes insisten en hablar de la nación isleña como si fuera una pesadilla interminable.
 
(Publicado en Science The Wire de la India / Versión al español de Cubadebate.)
Editado por Julio Pérez
fuente: radio habana cuba