Varios contingentes militares de los Estados Unidos han llevado a cabo una serie de ejercicios secretos en Hawái, simulando una situación de guerra con Corea del Norte, en un momento en que Pyongyang desatiende llamados internacionales a suspender su programa de armas nucleares.
Los ejercicios, realizados “sobre tableros”, se realizaron durante varios días de la semana pasada, bajo la supervisión de altos mandos del Departamento de Defensa (el Pentágono), incluidos el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Mark A. Milley, y el general Raymond Thomas, que dirige el Mando de Operaciones Especiales, según recoge este viernes Newsweek.
Citando a militares involucrados en las maniobras, el periódico neoyorquino detalla que las maniobras demostraron que una guerra entre Estados Unidos y Corea del Norte sería diferente a cualquier otra que se haya producido y en que hayan participado los estadounidenses hasta el momento.
Una guerra con los norcoreanos implicaría una movilización masiva de los recursos, tanto militares como logísticos, utilizados por los estadounidenses en Oriente Medio, añade el texto, que hace hincapié en que los últimos 17 años de “experiencia acumulada” serían de poca utilidad para esta nueva aventura militar.
Newsweek indica que en los simulacros se pusieron en práctica varios planes y posibles estrategias, comprobando, por un lado, el tiempo invertido en los despliegues de efectivos convencionales, y por otro la cantidad de fuerzas especiales de EE.UU. necesaria para destruir las instalaciones nucleares norcoreanas y neutralizar, además, las defensas antiaéreas del país asiático.
Si se produjera un ataque estadounidense en la península coreana, probablemente habría hasta 10.000 efectivos estadounidenses muertos en los primeros días del conflicto, mientras que las víctimas civiles podrían estar en torno a los cientos de miles, subraya el rotativo.
Mientras se informa de estas maniobras militares en Hawái, cuyo territorio está al alcance de los Misiles Balísticos Intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés) norcoreanos, el presidente de EE.UU., Donald Trump, trata junto a su Administración de conducir a buen puerto su campaña de embargos cada vez más fuertes, en un intento por obligar a Pyongyang a abandonar su arsenal nuclear.
Además de rechazar las sanciones, el Gobierno norcoreano sostiene que su programa nuclear responde a los insistentes ejercicios conjuntos militares que realizan en la región EE.UU. y Corea del Sur y, por tanto, se trata de una medida de autodefensa.
Fuente: Hispantv
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