lunes, 14 de agosto de 2017

LA INDEPENDENCIA DE LOS CRIOLLOS (Q`ARAS)



Por: Walter Payehuanca Añamuro

 Imagen relacionada


El 28 de Julio de 1821, fueron los q`aras quienes se independizaron de sus padres, los bárbaros invasores españoles, financiados por  intereses políticos y económicos de potencias extranjeras, es decir no tuvo carácter nacionalista, pues los llamados ejércitos “libertarios”, estaban conformados en su mayoría por ex-altos oficiales del Real Ejercito Español, dignos representantes de la cultura occidental, de la cultura europea; por ejemplo San Martín llegó a ser Coronel del Ejército Español, militarmente se formo en España, participando en las batallas de Aragón, Rosellón, Adalucia así como en Bailen (1811), defendiendo a la corona española. Bolívar fue hijo de nobles y acaudalados venezolanos, formó parte del ejército español, y luchó en contra de la resistencia de los indios kheshwaymaras, tawantinsuyanos. José de La Mar, que más tarde llegó a ser el primer presidente “constitucional” de la nueva república criolla-mestiza llamada Perú, fue general del ejército español, participo en la guerra entre España y Francia, llegando a ser benemérito de España, inspector general del Virreinato del Perú. Estos fueron los personajes, que se independizaron de su madre patria España y por supuesto jamás se preocuparon por reivindicar los valores nacionales de nuestra cultura ancestral, los derechos fundamentales de los indios kheswaymaras, tawantinsuyanos. El tributo del indio estuvo vigente hasta el 5 de julio de 1854 y la esclavitud del negro siguió vigente hasta el 3 de diciembre de 1854, es decir estuvieron vigentes por 34 años posteriores a la “independencia”.
La intención del criollo oficial monarquista San Martín, que encabezaba la “corriente libertadora del sur” no fue expulsar a los invasores españoles y sus descendientes, que venían a constituir sus hermanos de sangre; su objetivo era establecer en el Perú una monarquía “constitucional” con un rey como gobernante, es decir sólo buscaba separar al Perú de su madre patria España, conservando los privilegios de los aristócratas, quienes participarían en forma directa en el gobierno del nuevo estado criollo, manteniendo la situación de esclavitud de los tawantinsuyanos, de los indios incásicos y continuando la explotación despiadada, el despojo de tierras, la aniquilación, las masacres, las violaciones, es decir la situación empeoró, con la única diferencia de reemplazar al virrey por un Rey. Para ello, San Martín creo la “Orden del Sol” así como la “Sociedad Patriótica”, cuyos integrantes eran todos criollos. Estas órdenes criollas sustentarían la monarquía. Además secretamente envió a Europa, personeros suyos a buscar un príncipe para instalarlo en el trono peruano.
En 1820, los bárbaros invasores encabezados por el Virrey Joaquín de Pezuela, recibieron instrucciones de Fernando VII rey del país invasor, para que negociara con el criollo San Martín. El virrey Pezuela, al enterarse del desembarco en Paracas, de San Martín, le envió una nota en la que le invita a entablar negociaciones, a través de delegados de ambas partes, San Martín acepto de inmediato la oferta, llevándose a cabo las negociaciones en Miraflores. Una vez reunidos, los representantes de ambas partes expusieron sus encargos; los enviados de San Martín propusieron el establecimiento de una monarquía, que gobernaría en lugar del Virrey; sorprendidos por dicha  propuesta, los delegados del virrey se pronunciaron por un arreglo basado en la jura de la Constitución liberal de 1812. al final no se pusieron de acuerdo. Como podrán apreciar, en este intento de llegar a un arreglo pacífico el “libertador” resulto siendo más reaccionario que el virrey.
El 2 de Junio de 1821, en la conferencia de Punchauca, San Martín, propone al Virrey, el establecimiento de una regencia para gobernar el Perú, integrada por el Virrey La Serna como regente, y dos corregentes, un representante colonial y un representante de los “independientes”, ésta regencia se haría cargo del gobierno del país, ejerciendo el mando supremos de  las tropas coloniales y libertadora, hasta la llegada del príncipe español que San Martín había encargado buscar, para asumir el trono peruano. La propuesta no podía ser mejor para los intereses de los invasores españoles, que los representantes del virrey estuvieron de acuerdo con la idea y la aceptaron.
Por su parte los Kheswaymaras, continuando con su lucha de expulsión de los invasores Españoles que ya duraba 300 años, aprovecharon la presencia de la expedición “libertadora” de San Martín, para intensificar sus actividades, formando un verdadero ejército, que poseía gran audacia, constancia y valor, con la pequeña cantidad de armas de fuego que poseían,  atacaban en forma sorpresiva a las tropas invasoras, ocasionándoles enormes bajas, manteniendo en alto, el espíritu combativo de los pueblos Kheswaymaras. Brindaban al ejército “libertador” información completa sobre la actividad de los invasores; con frecuencia el kheswaymara moría sin testigos, en el desierto, en la puna. Derrotado y capturado era sacrificado sin compasión; a pesar de todo ello ejecutaba grandes proezas que la historia oficial no registra, por el amor a la patria sin esperar altos puestos, con el ánimo de restaurar nuestro TAWANTINSUYU, expulsando a los invasores, que nos arrebataron nuestra felicidad, nuestras alegrías, nuestra tierra que siempre fue nuestra. Rememorando las gestas heroicas de Manco Inca, Cahuide, Túpac amaru I, Tupac Amaru II, Pedro Vilcapaza, Túpac Katari entre otros.
Los Kheswaymaras, constituían un auténtico ejército regular nacionalista, amenazaban invadir Lima Para expulsar a los Españoles, pero San Martín no lo permitió, estableciendo estricto control sobre ellos, al extremo de prohibir que se les de armas y municiones, porque este ejercito de runas kheswaymaras, era un peligro, porque lucharían por el establecimiento de una autentica República Popular de raíces nacionalistas, lucharían por el restablecimiento del Tawantinsuyu, en lugar de la monarquía deseada por San Martín.
El Virrey La Serna, confiado en la política conciliadora y monarquizante de San Martín, confirmada por las entrevistas de Miraflores y Punchauca, ante el asedio constante de los Kheswaymaras, que cercaban Lima y que habían desplegado sus tropas por todo el valle circundante, amenazando con invadirla, abandona Lima dejando como gobernador al marqués de Montemira, solicitando a San Martín que entrará a Lima cuanto antes para impedir que el ejército kheswaymara tome la capital. Igualmente los españoles y criollos de Lima, aterrorizados ante el  inminente ingreso del ejercito tawantinsuyano, rogaron a San Martín, para que ingresara pronto a la capital; San Martín por su parte ofreció retirar a los kheswaymaras a cambio de una invitación oficial para su ingreso a  Lima y el compromiso del cabildo para jurar la “independencia”. Establecido el acuerdo, San Martín persuadió a los Kheswaymaras para que se alejen de las cercanías de la capital, los indios confiados en su liberación se retiran. Culminado el retiro del ejército kheswaymara, San Martín entra a la capital, instalándose en el antiguo palacio de los Virreyes, en ella se reunió con los españoles que constituían la nobleza, los titulados de Castilla, los miembros del Tribunal del Consulado, las cabezas de las familias colonialistas y el cabildo eclesiástico. Tal como habían arreglado, todos estos personajes colonialistas, se “pronunciaron” a favor del pedido de San Martín, redactando el acta de independencia. De acuerdo a lo pactado, la proclamación de la independencia del 28 de Julio de 1821, se realizó exactamente igual como las grandes festividades coloniales, con la diferencia de que el lugar del Virrey  era ocupado por San Martín. En la procesión que salio del palacio virreinal, estaban los catedráticos de la Universidad, los titulados de Castilla, miembros de las órdenes militares, al centro San Martín en lugar del Virrey, flanqueado por el portaestandarte  y el Conde de San Isidro, seguido por el Estado Mayor y los oficiales generales del ejército. Escoltaban la procesión los alabarderos del Rey; cerraban la procesión un pelotón de Húsares, la procesión se detuvo en la Plaza De Armas, en donde se armo tabladillos desde el cual San Martín hizo la proclama de la “independencia”, repitiendo este acto en otros tres puntos. Por las noches del 28 y 29 de Julio, se realizaron suntuosos bailes, en las calles hubo verbena general.
Proclamada la independencia, San Martín se hizo proclamar Protector del Perú, instalando un consejo de Estado monarquista, enviando dos emisarios ante las cortes europeas para que buscaran un príncipe para el trono del Perú.                            
En tanto, los españoles y criollos “notables” que intervinieron en la proclama de la “independencia”, solo para liberarse del inminente ingreso del ejército Kheswaymara, que tenían previsto expulsar a los invasores españoles y sus descendientes criollos, para restaurar el Tawantinsuyu, empezaron a mostrar su hipocresía, recibiendo al general español Canterac el 18 de junio de 1823, con el mismo júbilo mostrado a San Martín; por su lado el “Presidente” Riva Agüero, proponía  al Virrey La Serna en Setiembre de 1823, un acuerdo de tres puntos: 1) Establecimiento de una monarquía 2) En tanto se implemente la monarquía el gobierno sería presidido por una regencia encabezada por el Virrey La Serna y 3) Se adoptaría la Constitución de Cádiz. Posteriormente, el Marqués de Torre Tagle, que se hizo nombrar “presidente” envió parlamentarios ante los generales  españoles Monet y Canterac, para realizar negociaciones secretas, proclamando su apoyo incondicional al régimen virreinal, igual posición tenían el presidente del Congreso Constituyente, todos los diputados que quedaron en Lima, y las “personas distinguidas”. Todos ellos rogaban a su “señor” por el pronto restablecimiento del Virreinato, para mantener sus privilegios de nobles, su poder, para continuar con la explotación del Runa Kheswaymara. Esa es la verdadera historia de la “independencia” de los criollos. La nuestra, la de los indios, runas, Kheswaymaras, Tawantinsuyanos, continúa escribiéndose con el retorno de la Tempestad en los Andes.

 Resultado de imagen para EJERCITO INCA

No hay comentarios:

Publicar un comentario